No sé si te ha traído hasta aquí la curiosidad (una señora que ya sabes que mató al gato), el interés por la Comunicación o el puro azar. Sea como fuere, bienvenido (y bienvenida, naturalmente).
Escribo porque quiero compartir cosas con aquellos a los que les pueda interesar. Compartir: creo que ésa es la clave para entender la red y muy posiblemente para entender la vida. Fíjate que todo lo bueno de la vida es compartido.
¿Y qué puedo decirte de mí que no te aburra? Aun a riesgo de que así sea, te diré la verdad: llevo 27 años trabajando, un tiempo, ya largo, partido en dos mitades: la primera, en medios de comunicación, singularmente en El Correo de Andalucía, y la segunda en el ámbito institucional: cinco años como Director de los Servicios informativos de la Junta de Andalucía, otros siete como Portavoz del Gobierno Andaluz y finalmente casi tres como Director de Comunicación y Director adjunto de Gabinete de la Vicepresidencia de Política Territorial del Gobierno de España. Estudié periodismo a sabiendas de que era una especie de estigma (y por eso solía decirse que mejor presentarse como pianista en un burdel). Me he formado en reputación on line y en gestión de la comunicación política y electoral. Luego me hice abogado y tengo que decir que me gusta, aunque a veces no resulte mucho más respetable que lo de pianista allí donde dijimos.
Con el año 2012, desafiando a los Mayas (¿quién dijo miedo?), he empezado una nueva vida, ejerciendo de Letrado en un bufete sevillano y tratando de poner en marcha, en buena compañía, por cierto, un proyecto de consultoría de comunicación que imagino como un cocktail donde se mezclen (sin batir) reputación, liderazgo, persuasión y estrategia. Como diría aquel, estamos trabajando en ello. De todas esas cosas y de lo que la vida depare, les iré contando aquí a quien le apetezca. Y si algún improbable lector ha llegado hasta esta línea, creo que tengo un nuevo amigo y no debo abusar de su paciencia.